Acrílico del maestro Gustavo Parra

 

De nuestros

Colaboradores

 


 

El Plan Estratégico de Salud del Gobierno

 

Reproducción de la entrevista realizada a nuestro Editor y Presidente de FEDESALUD; Félix León Martínez Martín, 
por el diario EL PULSO, de Medellín, en relación con el Plan Estratégico de Salud

  1. ¿Cuál es su concepto general sobre el Plan estratégico de salud planteado
    por este gobierno?  

No se por qué se llama Plan Estratégico, pues me cuesta trabajo encontrar en el documento borrador conocido en tablas y columnas de Excel otra cosa que metas para cumplir de las distintas dependencias del Ministerio a partir de una serie de problemas que definen como prioritarios, sin saber a que estrategia obedecen y cómo se establecieron dichas prioridades. En todo caso es claro que las distintas oficinas del Ministerio hicieron la tarea que les encomendaron, hasta la oficina de prensa.

Por otra parte en una de las presentaciones se mencionan como “líneas estratégicas básicas” un listado (universalización, prestación de servicios, financiamiento, sistemas de información, inspección, vigilancia y control, ajuste normativo y Gestión) que como se puede observar incluye desde el gran propósito del Sistema General de Seguridad Social, la universalidad, pasando por dificultades estructurales como el financiamiento y la prestación de servicios, hasta herramientas de gestión y control.

Quizás el documento todavía no sea definitivo. Ahora bien sería interesante saber por qué el control natal o el embarazo de adolescentes es la primera prioridad en salud pública. Es un problema importante ¿Pero el más importante? En fin, positivamente cabe señalar que se cuantifican metas en los diversos programas, lo que es un adelanto significativo frente al Gobierno anterior, que no quiso comprometerse con ninguna meta y acabó haciendo propaganda sobre el cumplimiento de las mismas.

 

  1. ¿Cuáles propuestas le llaman más la atención?

Voy a mencionar las seis que me llaman la atención en sentido positivo:

Primero, la relacionada con articulación territorial, que sí parece una estrategia aunque no se menciona como tal, puesto que el manejo descentralizado de la salud pública en el país ha fracasado por falta de capacidad técnica de la mayoría de los municipios y ausencia de articulación. la Ley 715 no solucionó tampoco el problema, que consiste en precisamente en hacer compatible la descentralización político administrativa del país con el manejo técnico y coherente de los programas de Salud Pública. Mientras no se diseñe una estrategia de gobernabilidad en salud pública que exija la conformación de unidades técnicas panificadoras a nivel de provincias o asociaciones de municipios, no saldremos del profundo abismo en que hemos caído. Esta ha sido nuestra obsesión en FEDESALUD y así lo hicimos saber en el pasado congreso de secretarios de salud del país.

En segundo lugar destacaría la propuesta de formular condiciones especiales de operación para el Régimen Subsidiado, donde se ha demostrado que la competencia por si sola no es capaz de garantizar ni la prestación de los servicios ni la calidad de los mismos, y donde se ha demostrado igualmente que se requiere un sistema mucho más regulado por el Estado, con administradoras con iguales requisitos técnicos que en el contributivo pero también controles más estrictos sobre la función de agencia por parte de las entidades territoriales.

En tercer lugar cabe mencionar la política de medicamentos o el planteamiento de una política farmacéutica nacional. El hecho de que el Ministerio de Salud recupere el manejo de la política de medicamentos es vital para el país. Sin embargo la excelente propuesta que se observa en el Plan se ha visto ya empañada ya por la expedición del Decreto 2085 que extiende más allá de lo debido en Colombia el monopolio de las trasnacionales de medicamentos sobre las patentes que estas empresas adquieren. Insisto el monopolio no los derechos de patente.

En cuarto lugar hay que destacar el planteamiento de entregar en administración delegada algunos hospitales del país. Definitivamente el país tiene que salirse del esquema falso de que servicio público es aquel prestado por empleados públicos y que este debe continuar mal manejado, en manos del clientelismo y relaciones laborales que no benefician a los ciudadanos.  Sin embargo cabe el temor de que este tipo de programa acabe significando trabajo altamente inestable, mal pagado y “flexibilizado”, pues ya antes el Ministerio ha venido vendiendo la flexibilización laboral para que los hospitales no asuman como patronos los costos de la seguridad social y estos recaigan totalmente en los trabajadores. Igualmente es loable que se proponga llegada la hora de acabar definitivamente con los presupuestos de oferta y generar un sistema de pago por servicios prestados, siempre y cuando se tenga en cuenta la reserva para mantener servicios abiertos en las zonas de población dispersa y no se pretendan modalidades de pago tan lesivas para las IPS como algunas generadas en el Distrito Capital.

El quinto tiene que ver con la necesidad de acabar con los regímenes especiales para poner fin a la gran inequidad que significan en el Sistema y fortalecer el financiamiento del Régimen Contributivo. En ello hay que apoyar totalmente al Ministro.

Por último debe mencionarse la propuesta de frenar la integración vertical en el Sistema, integración que ha convertido el Sistema en la feria de la especulación, al punto de ponerlo en riesgo en su totalidad, y que se traduce en toda clase de atentados contra la calidad de los servicios y contra los derechos de los afiliados. Esperamos que el Ministro defienda realmente su postulado sobre la conveniencia de separar las funciones de aseguradores y prestadores.

 

  1. Si fuera a establecer unas prioridades, ¿cuál cree debería ser el orden
    de ejecución de las mismas?

La primera prioridad del Sistema General de Seguridad Social en Salud es un planteamiento serio para los estratos medios, o población urbana pobre por ingresos pero que no califica en los niveles inferiores del SISBEN. Un programa coherente de subsidios parciales que disminuya la violencia actual del Sistema, aumente la cobertura real del aseguramiento y al mismo tiempo permita incrementar la facturación de las instituciones de salud. Pero no se encuentran planteamientos innovadores en este campo. En un país con una economía informal superior al 50% y con políticas de flexibilización laboral se requieren planteamientos novedosos y no repetir el cuento de la evasión, pretendiendo que esta población pobre cotice sobre el 12% de dos salarios mínimos, cuando no gana lo suficiente para vivienda, servicios públicos y alimentación.

La segunda prioridad se refiere al compromiso del Estado con el financiamiento del Régimen Subsidiado, sin pretender hacer maromas con los escasos recursos de oferta para tapar un roto que no es de un billón de pesos sino mucho mayor, pues el Estado ha incumplido sistemáticamente con los recursos presupuestados en la Ley 100. Por supuesto tampoco creemos que ahora se vayan a recuperar los prometidos recursos del petróleo, ni creemos posible jalonar más recursos territoriales para el aseguramiento cuando el mismo Gobierno está plantando congelar las transferencias. Los planteamientos en este punto no parecen serios y el Ministro entiende mucho en esta materia.

 

  1. ¿Qué vacíos le ve al plan o qué considera le hace falta?

 

  1. Una reflexión final sobre el Plan estratégico u observaciones al mismo.

Debemos esperar a que el Plan se acabe de perfeccionar en el Plan de Desarrollo del Gobierno. Como señalé tiene elementos muy positivos y otros que se agregan como simple colcha de retazos. Esperaba por otra parte, conocido el Ministro, que fuera más imaginativo en el desafío de cobertura universal.