Reportaje

 

Luis Fernando Giacometti 

C.H.C. Consultoria i Gestió S.A.

 

Nuestro Personaje en la LXI Edición de Salud Colombia es Luis Fernando Giacometti Rojas. El Doctor Giacometti es médico, egresado de la Universidad del Bosque, de la Escuela Colombiana de Medicina, con postgrado en Gerencia de Servicios de Salud y Gestión de Proyectos, y cursa un Doctorado en Economía y Gestión de la Salud en la Universidad Politécnica de Valencia en España. Actualmente vinculado al sector de la Consultoría y la Asistencia Técnica como Delegado y Representante legal para Colombia de C.H.C. Consultoría y Gestión (traducido del catalán), la firma consultora del Grupo Consorcio Hospitalario de Cataluña. Profesor Universitario en áreas de Gestión de Servicios de Salud, de la misma Universidad Politécnica de Valencia en el Máster de Economía de la Salud, en Caracas, Venezuela, y en Postgrado en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en Bogotá.

 


  

-        SC.- C.H.C. Consultoría y Gestión ha finalizado la etapa de diagnóstico de uno de los tres estudios de recursos humanos que financió el Apoyo a la Reforma, del Ministerio de Salud. ¿Cuáles fueron los tres proyectos?

LFG.- Correcto, el componente de recursos humanos del Programa de Apoyo a la Reforma en Salud del Ministerio consta de cuatro proyectos fundamentalmente. Uno, que es el proyecto del estudio del modelo de oferta y demanda de recursos humanos en salud que está llevando a cabo la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia. El segundo, es el plan a largo plazo para el desarrollo de recursos humanos en salud que acaba de terminar la unión temporal de la Universidad Javeriana, Family Health Foundation y Fedesarrollo. El tercero, es el Programa de Acreditación de Instituciones para el entrenamiento y la capacitación en salud que está desarrollando actualmente la unión temporal de Ascofame, CES, Aupha y Assalud. Y el que estamos desarrollando nosotros, C.H.C. Consultoría y Gestión, es el plan de modernización..., el plan multidisciplinario para la modernización de la educación, capacitación y entrenamiento en salud.

 

-        SC.- ¿En qué consistió la parte de investigación del proyecto que ustedes desarrollaron?

LFG.- Correcto, la parte de investigación del proyecto se fundamenta principalmente en una estrategia de tipo participativo. Fue la construcción y la constitución de una red multidisciplinaria que trató de concentrar la mayor cantidad posible de actores institucionales y profesionales del sector salud, tanto del área formativa como del área de los servicios, que tienen que ver directa o indirectamente con la formación del personal y del recurso humano en salud. Estamos hablando de Universidades, estamos hablando de Centros de Formación Continuada, Centros de Investigación, Instituciones Prestadoras de Servicio, Asociaciones Profesionales, Gremios, etc.

 

-        SC.- ¿Cuáles fueron los hallazgos fundamentales del estudio sobre la formación de los profesionales de la salud?

LFG.- Bueno, los grandes hallazgos, digamos que los podríamos circunscribir a seis, siete áreas específicas en las cuales hemos venido desarrollando el proyecto. La primera, el área de educación en el pregrado, que tiene que ver fundamentalmente con la permanencia y la existencia de metodologías muy formales y muy tradicionales en la formación del personal de salud, esquemas muy rígidos, poco flexibles, y - algo que es muy preocupante- que son poco adaptables a las condiciones tan cambiantes de los sistemas de salud, y especialmente el nuestro, que en los últimos años ha dado un vuelco trascendental, y a partir del cual la formación y el proceso formativo del recurso humano tal vez no ha seguido el curso igualmente ágil y rápido que amerita una transformación de esa magnitud.

Desde el punto de vista de los postgrados, se están considerando en la actualidad elementos que tienen que ver con la deficitaria producción de conocimiento, generación de conocimiento nuevo, y la poca introducción, o muy lenta introducción, de la evidencia científica en muchos de los programas de formación de postgrado que actualmente se están desarrollando en el país y que -en la misma impresión y sentir de los entes formadores y de los mismos profesionales en formación-, cada vez es más necesaria y cada vez hace parte de su proceso de actividad clínica.

Así, con cada una de las áreas, hemos venido identificando, junto con los miembros de la red, posibles fallas, posibles hallazgos susceptibles de mejorar a través de un conjunto de recomendaciones que ojalá, hacia un futuro cercano, se conviertan en líneas de políticas de modernización.

 

-        SC.- ¿Cuáles serían, pues, las recomendaciones preliminares para los centros de formación y educación a partir de esos hallazgos?

LFG.- Sobre el conjunto de recomendaciones preliminares, digamos que las estamos terminando de construir y, precisamente, parte de los foros y talleres que estamos desarrollando, en diferentes ámbitos de la formación, con educadores, con administradores de servicio, con estudiantes, con profesionales del sector salud, estas recomendaciones están tratando de consolidarse alrededor de líneas fundamentales, sobre las cuales haya acuerdos y haya consensos entre los distintos actores del sistema. Consensos que no son fáciles de construir en el momento actual del país, del sector, y que de alguna manera traten de buscar las salidas más viables y políticamente factibles para la modernización y el desarrollo futuro de los procesos de formación, tanto en el pregrado, como en el postgrado, en la educación continuada y, algo muy importante, en la educación no formal, en esa gran cantidad de personal que hace parte de los servicios, personal técnico, personal auxiliar, que en muchos casos, en número, supera el mismo grupo de los profesionales de la salud formal, llamémoslo médicos, enfermeras, bacteriólogos, odontólogos, y que, en muchos casos, y en muchas secciones del país, son el único punto de contacto de la población con los servicios. También estamos tratando de incidir sobre los procesos de modernización de la formación de este personal, que es tan fundamental para la prestación de servicios.

Una de las recomendaciones centrales, dentro del estudio, es la transformación del proceso de enseñanza en un proceso de aprendizaje, fundamentalmente, y esto es transversal para casi todos los niveles de formación en salud. Que se centre más en el estudiante, que se centre más en los procesos de enseñanza, más que en el tradicional y clásico proceso de formación docente, y más que de formación docente, de enseñanza docente. Creemos que la transformación y el cambio viene también desde el profesor, y tiene que involucrar nuevos procesos de enseñanza, en los cuales el estudiante aprenda lo que necesita aprender, y lo que necesite para su desarrollo futuro. Que sea incluso el estudiante de las ciencias de la salud un gestor permanente de su propio proceso de aprendizaje, más que un acumulador automático de conocimientos, de teorías, de técnicas que -en última instancia- no van a repercutir, ni van a incidir de manera importante, en su desarrollo profesional.

 

-         SC.- ¿Qué está más cuestionado, en síntesis, la metodología educativa, o el contenido de la educación de los trabajadores del sector salud?

LFG.- Pienso que es una resultante, primero, de enfoque. Nosotros no hemos terminado de construir los modelos de atención sobre los cuales se formen los profesionales y se regulen, y se dirijan, de manera mucho más precisa, los modelos de formación. Creemos que este es un proceso incompleto, en el cual, el sector público, el sector privado, los distintos actores del sistema, tienen que incidir de manera permanente, para construir estos modelos de atención, a partir de los cuales se dirija de una manera mucho más precisa el modelo formativo. Estamos formando bajo el modelo clásico, para un sistema que está cambiando todos los días. Nos estamos quedando con modelos de formación tradicionales para otra época y para otro momento de los sistemas de salud, que en el estado actual, y en las recomendaciones de los miembros de la red, estamos viendo que no son compatibles con las exigencias del mercado laboral, de las competencias que se están exigiendo en los nuevos modelos de los sistemas de salud y que, de alguna manera, la formación académica, las instituciones de formación, tienen que trabajar cada vez más de la mano de los servicios para construir estos modelos de formación, y trabajo, cada vez más cercanos a la realidad.

 

-         SC.- ¿Cuál es la imagen objetivo? ¿Qué tipo de profesional y de trabajador de la salud se quiere?

LFG.- Es muy difícil contestar con un único perfil, pero lo que hemos podido identificar es que en la formación básica tiene que haber una amplia gama de posibilidades, partiendo de una formación básica más integral, interdisciplinaria, y formada para el trabajo en equipo posible, a partir de la cual el estudiante tenga posibilidades de acceder a nuevos ámbitos de formación,  sea en las áreas clínicas, sea en las áreas administrativas, sea en las áreas comunitarias, sea en las áreas de servicio, pero que partiendo de una formación básica se le den posibilidades y, sobre todo, herramientas para adaptarse a los cambios que los sistemas están exigiendo.

 

-         SC.- ¿Alguna recomendación, que tenga que ver también con el momento en que esta persona acaba sus estudios formales, o pertenece a otra línea de proyectos el problema de la educación permanente?

LFG.- La formación permanente debe ser una herramienta, y la concebimos como tal, del desempeño y del desarrollo profesional. No se concibe, hoy por hoy, un profesional formado íntegramente una vez sale del aula, casi se podría decir que es cuando está empezando a formarse realmente para su ejercicio profesional. La formación permanente o la educación continuada, como tradicionalmente se conoce en nuestro medio es una herramienta fundamental que debe ir ligada a procesos de desempeño profesional, de evaluación del desempeño, de carrera profesional, que en últimas le garanticen al profesional, y al técnico, y al auxiliar también, estar permanentemente actualizados, y adicionalmente garantizar una pertinencia de su formación clínica, o de su formación asistencial, o incluso administrativa, acorde a los cambios que cada vez las instituciones están ajustando de manera más patente.

 

-         SC.- En relación con los objetivos que ustedes se trazaron en la definición de estándares de acreditación de instituciones formadoras. ¿Qué podemos decir de los estándares de las instituciones formadoras?

LFG.- Teniendo en consideración que hay otro de los proyectos del componente de recursos humanos, concretamente el que está liderando Ascofame, que está trabajando concretamente estos aspectos, hemos querido concentrarnos fundamentalmente en la acreditación de los espacios de formación, con un énfasis en los espacios de formación práctica, pero también vislumbrando los nuevos espacios de formación para los profesionales, mirando los modelos de atención que vienen con los nuevos procesos de transformación de los sistemas de salud. Creemos que la acreditación de los espacios prácticos es un requisito fundamental para poder acreditar la calidad de cualquier proceso formativo en salud. Y estos espacios de formación práctica, no solamente deben estar circunscritos al clásico hospital universitario, sino también tienen que estar mirando un poco a la transformación de los sistemas de atención, donde se concibe la formación práctica en otros ámbitos distintos al hospitalario, y en otros niveles de formación mucho más amplios y más cercanos a la sociedad.

 

-         SC.- A raiz de la creación del Centro de Gestión Hospitalaria, con recursos de Planeación Nacional... y cuando este organismo empezara a plantearse objetivos de capacitación, se pensó que no tenía sentido crear otra entidad que creara más seminarios, talleres, sino que alguna entidad debiera preocuparse en el país por la formación de los formadores, que sería mucho más interesante y mucho más multiplicador que formar directamente personas, como todo el mundo quiere pretender en el sector salud. ¿Qué hay de formación de formadores a partir de este proyecto?

LFG.- Es parte importantísima de nuestro proyecto. Una de las líneas que en este momento estamos desarrollando es la línea de reentrenamiento de docentes, casi más que de reentrenamiento, de entrenamiento de docentes. Porque el ser buen profesional no garantiza ser buen docente. El tener una capacidad y un conocimiento y una praxis y una serie de habilidades en el desarrollo de determinado arte o práctica, no garantiza forzosamente el saberlo transmitir o el estar en capacidad de crear nuevo conocimiento en esa disciplina. Entonces ¿Qué hemos visto? Que parte del proceso de transformación y de modernización que queremos implementar con el proyecto, tiene que partir también del convencimiento de la transformación de la función docente, más como una función de acompañamiento, de tutoría, de orientación, y más que una transmisión automática y pasiva de cúmulos de conocimiento, que no sabemos a ciencia cierta si realmente le van a ser de utilidad al estudiante.

 

-         SC.- ¿Qué podemos decir del área de la formación o de la institución, o de las instituciones, o de los postgrados que tienen que ver con administración, gestión, gerencia, que se han multiplicado tanto en el país con cierta dudosa calidad?

LFG.- Hemos visto un muy preocupante problema, una muy preocupante situación, y es el hecho de que es poco lo que se está haciendo en términos de garantizar la calidad y la estandarización de este tipo de programas. Como bien lo ha mencionado, han proliferado o se ha aumentado de manera muy importante su número y tipología distinta en los últimos años como una reacción esperada, y de pronto casi lógica, al advenimiento del nuevo sistema de seguridad social. Pero, de alguna manera, hemos visto cómo hay necesidad de controlar y evaluar de manera muy precisa la calidad y la pertinencia de muchos de estos programas, que en buena medida sencillamente están respondiendo a una reacción automática de los entes formadores, por nichos de mercado nuevos que se abren y expectativas nuevas dentro de los profesionales por tratar de ubicarse laboralmente en áreas administrativas, pero sin que tengan un trasfondo real y muy claro de herramientas y prácticas que les ayuden siquiera a entender, de manera racional, el nuevo sistema, de valorarlo críticamente y de tratar de aplicar sus conocimientos y habilidades a la resolución de los problemas de gestión, que es uno de los problemas críticos hoy por hoy en la implementación del sistema de seguridad social en salud. Creemos en la acreditación de estos programas, creemos en el papel fundamental de las asociaciones de egresados, creemos que hay que incentivar la formación en maestrías y doctorados en salud pública, en administración, en gestión sanitaria, en economía de la salud, para que se cree y se genere nuevo conocimiento, conocimiento crítico alrededor del mismo sistema. Que la academia, de alguna manera, no se adapte acríticamente a las exigencias de un mercado sino que también tenga capacidad de intervenir sobre este mercado, de intervenir sobre el mismo desarrollo del sistema y su futuro.

 

-        SC.- ¿Algún otro aspecto por destacar?

LFG.- Sólo quería añadir que éste es un trabajo tremendamente parcipativo, es su razón de ser, es su médula vertebral. Y en este orden de ideas es un proceso aún por definir, aún por terminar, y que creemos que los aportes de todos y cada uno de los posibles actores involucrados en el proceso formativo son de extrema utilidad para nuestras recomendaciones. No queremos que se conviertan en recomendaciones teóricas, no queremos que se queden almacenadas como un legado de buenas intenciones, sino que todos y cada uno de los actores comprometidos, entre el Estado, las instituciones de formación, las instituciones de servicio, las asociaciones profesionales, los estudiantes, los académicos, etc. ayuden a sacar cada uno, de acuerdo a su propia óptica y nivel de responsabilidad, adelante las recomendaciones que estamos sacando. Es un proceso que estamos tratando de terminar y esperamos que para finalizar el primer trimestre del año que viene, lo tengamos mucho más maduro y completo.

 


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