Internacionales



Medicamentos más baratos para el SIDA

Washington: Estados Unidos dio un giro a su política comercial sobre la industria farmacéutica y anunció que no pondrá vetos a que los países pobres del Africa Subsahariana fabriquen medicinas más baratas contra el SIDA.

La medida, impulsada por un decreto del presidente Bill Clinton, se suma a la decisión adoptada por la Casa Blanca a comienzos del mes, cuando decidió catalogar al sida como "prioridad en la seguridad nacional" de EEUU.

Charlene Barshefsky, representante de comercio de EEUU, dijo que habrá "cambios sustanciales" en la política de EEUU, que hasta ahora había defendido la posición de la industria farmacéutica. Los fabricantes de fármacos de EEUU se han opuesto a la medida adoptada por algunos países del Africa Subsahariana que van a permitir a fabricantes locales que hagan copias de los medicamentos contra el sida sin respetar la propiedad intelectual.

Algunos países, como Botsuana, Namibia y Zimbabue, tienen cifras de contagio del sida que rozan el 25 por ciento de la población y consideran que la urgencia del problema no puede frenarse por la propiedad intelectual de los fármacos.

Organizaciones en la lucha del sida de EEUU, que hasta ahora habían criticado la política del presidente Bill Clinton en este sentido, aplaudieron hoy la decisión comunicada por Barshefsky, que consideran "un reconocimiento de la gravedad de la crisis".

El pasado 29 de abril, el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca decidió incluir el sida entre las "amenazas" que afectan a la seguridad de EEUU, porque poseen informes que indican que el sida diezmará las poblaciones del sur de Africa y puede llegar a promover guerras y desestabilizar gobiernos.

La decisión adoptada ahora por Clinton no ha satisfecho, sin embargo, a las compañías farmacéuticas, que afirman que "abre un precedente" de consecuencias incalculables para la política de patentes y propiedad intelectual de los medicamentos.

"Reconocemos que el sida es un grave problema, pero debilitar los derechos de la propiedad intelectual no es el mejor camino para resolverlo", ha dicho Alan Holmer, portavoz de las industrias de investigación farmacéutica y manufacturera de EEUU. Barshefsky ha precisado que EEUU exigirá el respeto a las leyes del comercio internacional, pero ha añadido que no bloqueará el camino para que los países del Africa Subsahariana puedan obtener medicamentos más baratos contra el sida.

 

Cinco empresas farmacéuticas facilitarán la lucha contra el SIDA

Ginebra: El Programa de las Naciones Unidas para el Sida (ONUSIDA) encabeza un diálogo entre el sector público y el privado para acelerar y mejorar el acceso a la asistencia y tratamiento de los afectados por esta enfermedad en el mundo en desarrollo.

Las empresas farmacéuticas implicadas en este proceso (Boehringer Ingelheim, Bristol-Myers Squibb, Glaxo Wellcom, Merck, Hoffmann-La Roche) han expresado su voluntad de colaborar para ampliar el acceso a las terapias, asegurando al mismo tiempo el uso racional, inocuo, accesible y eficaz de medicamentos para enfermedades relacionadas con el sida.

Todos los participantes en esta iniciativa de cooperación han adoptado un conjunto de principios para abordar con mayor eficacia la epidemia del sida en los países en desarrollo. Estos principios incluyen un compromiso político inequívoco y sostenido de los gobiernos nacionales; el fortalecimiento de la capacidad nacional y la participación de todos los sectores de la sociedad nacional y la comunidad internacional.

Asimismo, son necesarios sistemas de distribución eficaces, fiables y seguros; la existencia de fondos adicionales significativos procedentes de fuentes nacionales e internacionales, así como una inversión continuada en investigación y desarrollo por parte de la industria farmacéutica.

Las diversas instituciones de Naciones Unidas y las empresas involucradas en esta iniciativa están analizando los medios prácticos para estrechar su colaboración y conseguir así extender los cuidados a un número significativamente mayor de personas en los países en desarrollo.

 

Medicamentos contra el SIDA siguen siendo costosos

Ginebra: El alto precio de los medicamentos contra el sida los hacen inaccesibles para las poblaciones de países en desarrollo, donde se concentra el 95 por ciento de las personas con esta enfermedad, y la rebaja de algunas medicinas, anunciada por varias empresas farmacéuticas, no es suficiente.

Así lo denunciaron representantes de varios países en desarrollo ante la Asamblea Mundial de la Salud, así como organizaciones no gubernamentales, como Médicos sin Fronteras (MSF), que considera que la reducción de precios acordada con varias multinacionales "camufla el problema real, que es la necesidad de soluciones a largo plazo a nivel internacional".

El ministro brasileño de Sanidad, José Serra, propuso la creación de un banco de datos mundial sobre el precio de los medicamentos esenciales para promover un acceso igualitario a esas drogas. En Brasil la mortalidad por sida se ha reducido a la mitad desde que en 1997 se decidió facilitar a todos los enfermos el acceso a una terapia combinada de antirretrovíricos.

Serra destacó que la política de su Gobierno está basada en la negociación directa con las compañías farmacéuticas internacionales para conseguir mejores precios y estimular la producción local de estas medicinas, por lo que consideró que el ejemplo brasileño se puede aplicar a todo el mundo.

Sin embargo, el doctor Daniel Tarantola, asesor especial de la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que la rebaja en los medicamentos "no es la panacea" y aseguró que aunque sea menos caro, el tratamiento contra el Sida seguirá permaneciendo "inabordable para muchos".

En estos momentos, el coste de un tratamiento contra el sida con una terapia combinada de antirretrovíricos es de unos 10.000 dólares por paciente y año en Estados Unidos, aunque este precio varía mucho de un país a otro.

Además, el experto de la OMS indicó que aún no se ha cuantificado la rebaja de precios que van a realizar las cinco firmas farmacéuticas que acordaron la pasada semana con la Agencia de la ONU contra el Sida (ONUSIDA) -Boehringer Ingelheim, Bristol-Myers Squibb, Glaxo Wrllcom, Merck y Hoffmann-La Roche-.

De estas compañías, sólo Glaxo ha anunciado que la reducción podría llegar hasta el 85 por ciento, aunque esta rebaja no se aplicará a los medicamentos más novedosos. Otras firmas podrían unirse a esta iniciativa, pero es necesario negociar "con cada compañía", por lo que el proceso no será inmediato, agregó Tarantola.

Sin embargo, insistió en la importancia de las políticas de prevención, así como en la necesidad de una mayor inversión en mejorar las infraestructuras y servicios sanitarios en países en desarrollo.

De los casi 34 millones de personas que actualmente viven con el VIH o el sida en el mundo, más de 23 millones se encuentran en el Africa subsahariana, donde esta enfermedad es la primera causa de mortalidad, mientras que en Asia meridional, la epidemia se está extendiendo rápidamente y ya hay 6,5 millones de enfermos.

Esto demuestra que la pobreza y las desigualdades están favoreciendo la propagación de la epidemia y que la discriminación y la estigmatización siguen siendo grandes obstáculos para responder eficazmente. Por ello, la Asamblea debate la aprobación de una resolución, adoptada el pasado mes de enero por el Consejo Ejecutivo de la OMS, en la que se pide un compromiso global de todos los Gobiernos para hacer frente a esta enfermedad.

 

Tribunal decide sobre tratamientos en cualquier páis

Luxemburgo: El Tribunal de Justicia de la UE podría respaldar la exigencia de obtener un permiso previo para recibir asistencia médica en otro estado miembro y en un centro no concertado con el régimen de seguridad social del paciente.

El máximo órgano judicial de la UE deberá pronunciarse en breve sobre si esta exigencia previa infringe o no el derecho comunitario, en respuesta a las cuestiones que le planteó un tribunal holandés para resolver dos litigios relacionados con este asunto.

Según las conclusiones del Abogado General, recogidas en un comunicado difundido hoy, jueves, por el Tribunal de Justicia, la exigencia de solicitar autorización previa está justificada y "la restricción que comporta constituye, en su opinión, un medio necesario y proporcionado para mantener el equilibrio financiero del sistema".

Si el Tribunal tiene en cuenta estas conclusiones, la justicia holandesa fallará en contra de dos pacientes que plantearon sendos litigios para reclamar el reembolso de las facturas que pagaron por el tratamiento que recibieron en otro Estado miembro y en centros hospitalarios no concertados con sus respectivos seguros sanitarios.

El Abogado General destaca que la legislación holandesa que regula el seguro obligatorio de enfermedad "prevé que los beneficiarios sólo tienen derecho a dirigirse a un profesional o a un centro hospitalario con los que su seguro de enfermedad no haya firmado un concierto, si para ello han obtenido, con carácter previo, la correspondiente autorización".

En sus conclusiones, precisa que el paciente debe cumplir esta condición "tanto si se encuentra en el país (en el que está asegurado) como si está en el extranjero". A su juicio, "el riesgo de grave perjuicio para el equilibrio financiero del régimen de seguro obligatorio de enfermedad en Holanda, que reconoce a sus asegurados únicamente prestaciones en especie, es una razón imperiosa que justifica esa restricción (la exigencia previa) a la libre prestación de asistencia médica y hospitalaria en el seno de la Unión".

 

OMS quiere afrontar los problemas de malnutrición infantil

Ginebra: La Organización Mundial de la Salud (OMS) pedirá la atención de los estados miembros ante el problema de la malnutrición infantil, una de las deficiencias más graves de los programas de la salud pública.

La 53 Asamblea Mundial de la Salud, convocada por la OMS, inició un debate sobre la cuestión, propiciado por un proyecto de resolución de Brasil, para que se considere el acceso a la alimentación y una nutrición adecuada como un derecho humano fundamental.

La propuesta brasileña, apoyada por otros muchos países, quiere alertar del problema que supone para la salud que más de una tercera parte de la población mundial menor de cinco años sufra los efectos de la mala nutrición.

Los principales factores que contribuyen a este estado de cosas son la falta de yodo, vitamina A o hierro que inciden en la mitad de las 10,7 millones de muertes anuales entre la población infantil preescolar en los países en desarrollo.

De acuerdo con la propuesta brasileña, la OMS debería desarrollar, antes de finalizar esta década, una estrategia global con proyectos concretos e innovadores y con un énfasis mayor que el actual para aliviar estos problemas que afectan a los recién nacidos y a los niños.

En muchos países, la malnutrición infantil, los problemas de crecimiento, de salud frágil y de mortalidad están asociados con prácticas de alimentación erróneas durante los dos primeros años de vida. La mayor amenaza para la salud del niño, en cuanto a su nutrición, ocurre desde los seis a los 24 meses cuando se produce la transición de la lactancia materna al consumo de alimentos familiares tradicionales y aparecen enfermedades infecciosas como la diarrea.

Varias delegaciones insistieron en la necesidad de reforzar el código de conducta de las multinacionales de la alimentación, que algunos países lo han transformado en ley, para que no se den casos de etiquetado o promoción abusiva de los productos de alimentación infantil.

Algunas organizaciones no gubernamentales acusan a estas grandes multinacionales de la alimentación de desarrollar prácticas carentes de ética para aumentar las ventas de sus productos en países en vías de desarrollo en detrimento de una alimentación sana para los recién nacidos tal como lo recomienda la OMS.

 

Enfermedades crónicas causarán 73% de la mortalidad en el 2020

Ginebra: Las enfermedades no contagiosas serán la causa del 73 por ciento de la mortalidad en el año 2020 y las cuatro más importantes -cardiovasculares, cánceres, enfermedades pulmonares y diabetes- son evitables mediante un modo de vida más sano, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El informe, presentado en la 53 Asamblea Mundial de la Salud, reunida en Ginebra, señala que estas enfermedades están asociadas a factores de riesgo comunes relacionados con el modo de vida. El consumo de tabaco, una alimentación malsana y la falta de actividad física son algunos de los elementos que favorecen la aparición de estas enfermedades y en los que deben concentrarse las actividades de la estrategia mundial puesta en marcha por la OMS para prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles.

Los datos de la OMS indican que en 1998 las enfermedades no transmisibles contribuyeron a 31,7 millones de fallecimientos, lo que supone casi el 60 por ciento de las defunciones mundiales, y si sigue esta tendencia, en el año 2020 serán la causa del 73 por ciento de la mortalidad. Además, el impacto de estas enfermedades lo sufren más los países de ingresos bajos y medios, donde en 1998 se registraron el 77 por ciento de las muertes atribuibles a estos problemas.

El fuerte aumento de estas enfermedades se explica en gran parte por el envejecimiento de la población y por el hecho de que en los países en desarrollo el número de personas expuestas al tabaco y a otros factores de riesgo, como la obesidad, la inactividad física y un fuerte consumo de alcohol, crecen rápidamente.

Sin embargo, la experiencia de la OMS en el tratamiento de estas enfermedades demuestra que en gran medida se pueden prevenir mediante intervenciones contra los principales factores de riesgo y sus componentes ambientales, económicos y sociales.

Los países pueden impedir el avance de estas enfermedades si adoptan las medidas apropiadas, que deben centrarse en sectores como el comercio, la producción de alimentos y medicinas, la agricultura, el desarrollo urbano y la política impositiva, antes que modificar la política sanitaria.

El objetivo de la estrategia mundial de la OMS es apoyar a los Estados en sus actividades encaminadas a reducir la carga de morbilidad, discapacidad y mortalidad prematura relacionada con las enfermedades no transmisibles.

Una de las principales medidas que pretende poner en marcha la OMS es la creación de un mecanismo de acción conjunta dentro del sistema de Naciones Unidas y con los principales organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales, asociaciones profesionales, institutos de investigación y el sector privado. La OMS dirigirá esta red mundial y aportará datos científicos para la acción internacional de vigilancia, prevención y control de las enfermedades e indicará las prioridades para el periodo 2000-2003.

 

Médicos contrarios a patentes de genes humanos

Berlín: La clase médica alemana se pronunció en esta ciudad contra de los planes del Gobierno federal de abrir la posibilidad al registro y concesión de patentes de genes humanos con fines comerciales.

"Patentar genes humanos o secuencias genéticas pondría en peligro la transparencia de la investigación médica", arguyó el presidente del Colegio alemán de médicos, Joerg-Dietrich Hoppe, en el congreso que celebran en Colonia estos profesionales.

Hoppe dijo que la posibilidad de patentar con fines comerciales partes aisladas del cuerpo humano, ya sean órganos o células, crea cierta sensación de alarma en la clase médica y no sólo porque ello supondría comerciar con una herencia que pertenece a la humanidad.

"Si el objetivo de una investigación es comercial, lo razonable es prever que en el curso de la misma se produzcan prácticas no deseadas e incluso peligrosas", agregó. Hoppe se refirió, en concreto, a la posibilidad de que los avances de la investigación no se comuniquen con rapidez y transparencia con el objetivo de realizar experimentos que de otra manera desatarían la alarma o la condena internacional.

 

Recompensan a médicos que formulen genéricos

GABRIELA CAÑAS, Madrid
Los médicos de atención primaria del Insalud que receten medicamentos genéricos van a ser recompensados. Si durante este primer semestre el 6% de sus prescripciones es de este tipo de medicamentos, más baratos porque han perdido su patente, recibirán en octubre hasta 125.000 pesetas. Un plus que, de alcanzar el mismo objetivo entre julio y diciembre, volverán a recibir en abril próximo. El 90% de los equipos de atención primaria ha aceptado el plan, aunque el sindicato mayoritario de los facultativos, la CESM, rechaza el sistema por ir contra la ética profesional.

Potenciar el consumo del medicamento genérico es un "objetivo institucional" para el Insalud. Por eso, se incentivará este año a los médicos que más los receten. Para la mayoría de los facultativos de atención primaria (los médicos de familia) el objetivo a alcanzar es el 6% de todas sus recetas. Para los pediatras es del 4% y para los odontoestomatólogos, del 10%. "Son objetivos realistas", explica Rafael Matesanz, director de Atención Primaria y Especializada del Insalud. "Hemos analizado la prescripción de genéricos que se está haciendo y creemos que son objetivos alcanzables, porque ya en diciembre el porcentaje de recetas en atención primaria era del 3,46%".

El mercado de genéricos es relativamente nuevo en España. En las farmacias sólo hay disponibles unos sesenta principios activos que se venden bajo el formato de EFG (Especialidad Farmacéutica Genérica) y que, al haber perdido la patente, se venden más baratos.

Un decreto de precios de referencia, que está aún en trámite de audiencia, obligará a partir del verano a que los farmacéuticos despachen siempre un genérico cuando el médico recete un equivalente de marca más caro. Pero el Insalud, que gestiona la sanidad pública de diez comunidades autónomas (el 43% de la población española), pretende pisar el acelerador con esta nueva política de incentivos que sólo se ha ensayado en Cataluña de forma experimental (véase EL PAÍS del 19 de noviembre pasado).

Cultura más que ahorro

Hasta ahora, los incentivos económicos del Insalud se ligaban a los objetivos de calidad fijados para cada área (actividad asistencial, número de consultas domiciliarias, unificación de servicios, contención del gasto...). Para la prescripción farmacéutica se surtía de información a los médicos para que pudieran elegir adecuadamente el mejor medicamento por su relación coste-efectividad y se fijaba la necesidad de recetar pocos fármacos de baja utilidad terapéutica.

Este año, por vez primera, el Insalud ha incorporado, como apartado independiente, incentivos por prescribir genéricos, a pesar de que no se espera un gran ahorro. "Nos mueve más la idea de introducir la cultura del genérico porque creemos que, además, es un parámetro de buena prescripción". En el Insalud hay 12.500 médicos de atención primaria, lo que quiere decir que un cumplimiento masivo de este objetivo conllevaría un enorme desembolso.

La política de genéricos es ampliamente aceptada por todos los sectores sanitarios. Sin embargo, a la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), mayoritaria entre los facultativos, no le gusta que la prescripción se ligue a los incentivos. "Es abrir un melón peligroso. Mañana podrían incentivar a quien firme menos bajas, por ejemplo", explica Pedro Alcaide, secretario de Atención Primaria de la CESM.

El 89,52% de los equipos (de un total de 1.183 en el Insalud) han firmado estos "contratos de gestión" con el Insalud, lo que, según el sindicato, no significa que la mayoría esté de acuerdo con el sistema. "La cuestión es que si no firmas el contrato no tienes derecho a esos incentivos, con lo cual esos pluses los reparten entre el resto del equipo. Por eso muchos han terminado por firmar los contratos cada año", explica Alcaide.

 

Polémica ley sobre donaciones de órganos

Roma: Los italianos sopesan sus propias convicciones, sus temores, dudas y creencias por imperativo de una polémica ley que les obliga a pronunciarse desde ahora y hasta julio sobre si desean ser donantes de órganos.

El cargo de conciencia viene impulsado por un viejo principio legal convertido en refrán por la sabiduría popular: el que calla, otorga, o dicho de otra manera, todos los ciudadanos son donantes, salvo que declaren expresamente lo contrario, en este caso por escrito.

La controvertida ley de donaciones que ha colocado a millones de personas en la encrucijada de tener que decidir sobre el futuro de su corazón o sus pulmones fue aprobada en abril del pasado año, tras largos debates parlamentarios.

Esta normativa aún no es plenamente operativa en todos sus términos, ya que antes prevé la puesta en marcha de un archivo informatizado que señale la disponibilidad de los ciudadanos a la donación de sus órganos.

Para elaborar ese banco de datos la Administración ha aprovechado el proceso previo a los siete referendos convocados. Junto a las papeletas para poder votar en esas consultas, los italianos han recibido en sus casas un folleto informativo sobre la donación y una ficha que pueden cumplimentar y portar consigo en su cartera o en su bolso y que indicará si son partidarios de donar para que sirva de referencia en caso de una muerte accidental.

Esa ficha tiene por el momento un valor informativo, no vinculante, ya que será este verano cuando la Administración ponga en marcha el sistema informático y empiece a remitir a las casas formularios sobre la aceptación o no de convertirse en donantes.

Cuando eso ocurra, responder al formulario o dejarlo en un cajón no será baladí, puesto que el silencio convertirá automáticamente a la persona en donante, aunque realmente no lo desee. Ese hecho proviene de la ley aprobada el año pasado, que parte del principio de considerar a todos los ciudadanos como potenciales donantes, aspecto que se ha convertido en el más polémico de todos los contenidos de la norma, hasta el punto de que la oposición al Gobierno de centro-izquierda desea revocar ese punto que equipara silencio a consentimiento.

Sólo una declaración expresa de no querer convertirse en donante permitirá a un italiano quedar fuera de ese archivo de personas que estarán en disposición, tras su fallecimiento, de que sus órganos vitales o tejidos sean proporcionados a otros que lo necesiten.

Toda esta campaña ha ido acompañada del funcionamiento de líneas telefónicas gratuitas de información y actos de promoción de la donación, en los que han participado desde futbolistas a artistas de distintas manifestaciones culturales.

En Italia hay unas 13.000 personas en espera de órganos para ser trasplantados, mientras que la media de donantes es de 13,7 por cada mil habitantes, por debajo de la europea, que es de 16 por mil. El año pasado el número de trasplantes llevados a cabo en Italia se acercó a los 2.500, más de la mitad de los cuales fueron de riñón (1.314), seguidos de los de hígado (685) y corazón (337).

 

Científicos que se venden constituyen un riesgo

Washington: La prestigiosa revista The New England Journal of Medicine advierte en su último número del grave riesgo de que algunos científicos se estén poniendo "a la venta". La afirmación, contenida en un editorial de la publicación, alude al espinoso debate sobre el aumento de estudios médicos, cuyos resultados favorecen a la misma empresa farmacéutica que los ha pagado.

Viajes, almuerzos, regalos, conferencias y simposios, por un lado, y honorarios directos, pagos por consultorías y fondos para investigación por otro, ponen en entredicho el resultado de algunas investigaciones o, cuando menos, obligan a que sean conocidas, señala.

Como ejemplo de autocrítica, la revista cita el primero de los artículos que incluye en su número de hoy una investigación financiada por la industria farmacéutica Bristol-Myers sobre los efectos del fármaco Nefazodone en el tratamiento de la depresión.

De los doce científicos que firman el artículo, que apoya el uso de este fármaco, al menos once mantienen vínculos con la empresa. Thomas Bodenheimer, quien ha analizado las relaciones entre la investigación clínica y las industrias farmacéuticas, afirma que existen graves riesgos en esta "complicada alianza".

Por ejemplo, afirma que hay industrias farmacéuticas que han dejado de financiar estudios porque los resultados podrían afectar los índices de venta de un medicamento. También aporta la estadística de que sólo un 5 por ciento de los estudios financiados por una compañía incluyen comentarios críticos hacia su producto, frente al 38 por ciento que se observa cuando las investigaciones han sido realizadas por una organización sin ánimo de lucro.

El debate no sólo afecta a New England Journal of Medicine, sino también a JAMA, Journal of American Medical Association, y a otras publicaciones estadounidenses del área de la medicina, que divulgan semanalmente los resultados de los experimentos.

A las críticas sobre el escaso rigor con que están hechas algunas investigaciones, la falta de representatividad de las muestras que se eligen o la irrelevancia de lo que destacan algunos estudios, se suma ahora el riesgo de un controvertido maridaje entre ciencia e industria que roza los límites de la ética.

El coste para desarrollar un fármaco ronda los 500 millones de dólares, pero si sus efectos le otorgan un puesto favorable en el mercado, los beneficios serán de miles de millones de dólares. Las píldoras adelgazantes contra la depresión o la impotencia se cuentan entre las más rentables de un competitivo mercado en el que las industrias pugnan por ocupar los primeros puestos.

Bodenheimer señala, por ejemplo, que todos los estudios sobre medicamentos no esteroides, pagados por las empresas fabricantes, encuentran sus productos "superiores", o cuando menos iguales, a otros con los que se comparan. Además, añade el dato de que, en un 48 por ciento de los casos, las dosis del fármaco en estudio eran más altas que las del grupo de comparación.

Marcia Angell, quien firma el editorial en The New England Journal of Medicine, afirma que ni los científicos pueden estar a salvo de la tentación del dinero, ni las firmas farmacéuticas se pueden enmascarar detrás de una pretendida ayuda a la ciencia. "No son entidades de caridad", afirma Angell.

La pasada semana, varias firmas entre las primeras del mundo en el campo de los fármacos contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) dijeron que permitirán que los países pobres de Africa fabriquen sus mismas drogas contra esta enfermedad a precios más asequibles.

Pese a la idea filantrópica que parece subyacer a esta decisión, lo cierto es que el Gobierno estadounidense había retirado veinticuatro horas antes el apoyo que, hasta entonces, había prestado a estas empresas para que mantuvieran su política de precios.

Los fármacos contra el SIDA se cuentan entre los más caros de la industria farmacéutica, aunque el Gobierno estadounidense ha variado su política, incluso comercial, tras considerar la enfermedad una "amenaza" para su seguridad.

Todos los expertos en el campo de la medicina reconocen que hoy no puede mantenerse totalmente separados los ámbitos de la investigación clínica y las industrias farmacéuticas, en parte porque estas últimas disponen del dinero que los investigadores necesitan para llevar a cabo numerosos proyectos.

Sin embargo, también es cierto que cuando los científicos recomiendan consumir sardinas enlatadas en aceite de oliva o una dieta mediterránea con aceite de nueces, es evidente que productores y fabricantes están poniendo un envoltorio científico a un interés que es antes de nada comercial.

 

El 10% de la investigación médica se dedica a los males que causan el 90% de las muertes

Un estudio mundial denuncia que un puñado de países ricos dicta el gasto según sus intereses

EL PAÍS, Madrid

Los sectores público y privado gastan en todo el mundo cerca de 13 billones de pesetas anuales en investigación sanitaria, pero distribuyen ese dinero de un modo extremadamente ineficaz e injusto. Las enfermedades que causan el 90% de la mortalidad e incapacidad en el mundo sólo reciben el 10% del dinero dedicado a investigación médica, según un estudio del Foro Global de Investigación sobre la Salud, presentado en Ginebra. La inmensa mayoría de los presupuestos está en manos de un pequeño número de países que da prioridad a sus propios problemas sanitarios.

Tanto la gran industria farmacéutica como las instituciones públicas de investigación se concentran en los problemas sanitarios típicos de Occidente, muchas veces ligados al envejecimiento, a la obesidad y al estilo de vida de los países desarrollados. Pero los dos principales
asesinos del planeta -la neumonía y las diarreas infecciosas, que dan cuenta por sí solos del 11% de la mortalidad y la incapacidad del mundo, sólo atraen el 0,2% del dinero dedicado a investigación sanitaria.

El Foro Global, que presentó en Ginebra su Informe 10/90 sobre Investigación Sanitaria 2000 , es una fundación internacional financiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial, la Fundación Rockefeller y los gobiernos de Canadá, Holanda, Noruega, Suiza y Suecia. Su objetivo es promover un modelo de investigación que destine más recursos a los problemas sanitarios de los países pobres.

"Los países de rentas bajas y medias agrupan al 85% de la población mundial y soportan el 92% de la carga de enfermedad [una compleja medida de la mortalidad prematura, la incapacidad y la pérdida de calidad de vida por causas patológicas], mientras que los países ricos, con el 15% de la población mundial, soportan sólo el 8% de esa carga" , señaló ayer el presidente del Foro Global, Adetokunbo Lucas.

Cada año mueren 7,7 millones de recién nacidos, y el 98% de esas muertes ocurre en los países en desarrollo. En los países de más alto riesgo, una de cada siete mujeres fallece como consecuencia de un parto o de sus complicaciones. Esa proporción es de una de cada 9.200 mujeres en el mundo industrializado. Estos y otros muchos indicadores comparativos no se reflejan en los gastos de investigación sanitaria.

De los 13 billones de pesetas anuales que el mundo gasta en investigación médica, el Foro Global calcula que más de 7 billones corresponden al sector privado. Más del 90% de todos esos fondos están en manos de "un pequeño número de países", según el estudio, "que, comprensiblemente, dan prioridad a sus propias necesidades de investigación sanitaria".

Quienes toman las decisiones sobre la financiación de las investigaciones, señalan los autores del informe, "son a menudo inconscientes de la magnitud de los problemas más allá de sus fronteras y, particularmente, del impacto en sus propios países de la situación sanitaria en el resto del mundo". Sin embargo, este impacto es cada vez mayor, como resultado de la creciente movilidad de la población, de las enfermedades emergentes o reemergentes, de la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos y de las migraciones.

La falta de perspectiva global de la industria farmacéutica es fácilmente comprensible, puesto que estas empresas tienen sus miras puestas en los solventes mercados de los sistemas sanitarios occidentales. Las instituciones públicas de investigación deberían suplir esas deficiencias, pero, según el estudio, carecen de los recursos y la experiencia necesarios para comercializar nuevos productos. Para colmo, los fondos públicos para investigación sanitaria son los primeros en sufrir recortes en tiempos de crisis, ya que los países occidentales tienden a dejar estos proyectos en manos de la industria farmacéutica.

Muchos objetivos del Foro Global son una cuestión de racionalizar la gestión, sin necesidad de aumentar los recursos. Por ejemplo, las vacunas tardan ahora un promedio de diez años desde que son autorizadas en los países occidentales hasta que son distribuidas en el Tercer Mundo. El Foro Global propone instaurar una red de colaboración entre el sector público y el privado para acelerar la transferencia de los nuevos fármacos a los países pobres.

El Foro Global considera urgente establecer criterios racionales y globales para definir las prioridades en investigación médica. Sus expertos están actualmente elaborando una estrategia general que sirva para evaluar las necesidades sanitarias más urgentes en situaciones futuras.

 

La malaria y la tuberculosis, dos azotes de países pobres

EL PAÍS, Madrid
La tuberculosis causó 1,86 millones de muertes en 1998; la malaria, más de un millón. Y las dos enfermedades tienen su mayor incidencia en zonas que se solapan: el 70% de los 20 millones de enfermos de tuberculosis están en Asia; la malaria se extiende por 102 países subtropicales, amenazando a 2.400 millones de personas. Una distribución que coincide con la de la tercera epidemia del siglo: el sida.

El 70% de los fallecidos por la malaria son niños del centro y sur de África, los mismos países donde se registraron más de dos millones de muertes por sida. La malaria es endémica en 45 países del África subsahariana, 21 suramericanos y 8 asiáticos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta organización calcula que en África, una de cada tres camas hospitalarias la ocupa un enfermo de malaria.

El Foro Mundial para la Investigación en la Salud planea la inversión de 13,7 millones de dólares en 2000 (unos 2.450 millones de pesetas), dentro de un programa de medicinas para la malaria. "Hacen falta desesperadamente nuevos productos, sobre todo fármacos asequibles para los casos simples de la enfermedad", señala el informe. Casi la mitad de los fondos van a ser aportados por fundaciones privadas, como la de Bill y Melinda Gates, los dueños de Microsoft (cinco millones de dólares), y la Rockefeller (1,3 millones de dólares). El Gobierno holandés y la OMS van a invertir cada uno 2,5 millones de dólares.

También el sida agrava el problema de la tuberculosis. El Foro señala que 365.000 muertes por esta enfermedad (el 20% del total) estaban relacionadas con el virus de la inmunodeficiencia humana. Según la OMS, los enfermos de sida tienen 30 veces más posibilidades de padecer tuberculosis. La combinación sida-tuberculosis hace que no se haya conseguido erradicar el bacilo de los países desarrollados. La incidencia de la enfermedad ha aumentado desde 1980 en Europa oriental, África subsahariana y China. La OMS señala que existe un tratamiento para la enfermedad, pero que se trata de una medicación que debe tomarse durante largo tiempo, lo que hace difícil su uso en países pobres.

Además, el informe del Foro señala el aumento en los países pobres de la mortalidad debida a enfermedades consideradas de países ricos como son las dolencias cardiovasculares.

 

 

 


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